Para que las obras de Dios sean manifestadas

En cierta ocasión los discípulos le preguntaron a Jesús acerca de un ciego de nacimiento. ¿Quién pecó, este o sus padres, para que haya nacido ciego? A lo que Jesús contesto: No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él.

Con mucha frecuencia adjudicamos una razón negativa a todo lo que nos sucede o pasa a nuestro alrededor. Los teóricos de la conspiración siempre ven en todo acontecimiento negativo una malicia provocada por agendas particulares. El pensamiento tradicional religioso por lo general dirá algo como: esto es un juicio de Dios, esto es producto del pecado.

Sin embargo, a diferencia del pensamiento religioso en la época de Jesús, él no vio nada de esto en la situación de desventura del ciego. El vio la oportunidad de que las obras de Dios fueran manifestadas y por ende la Gloria de Dios.

Estamos tan programados para buscar razones negativas que no podemos ver las maneras en que Dios quiere manifestar sus obras, manifestar su Gloria y a la vez enseñarnos algo.

En el mismo evangelio de Juan más adelante en el capítulo 11 Jesús recibe la noticia de que su amigo Lázaro está enfermo. Sabiendo lo que sucedería él dice: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la Gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella. De nuevo aquello que era una mala noticia y que presagiaba muerte se transformaría en algo que daría Gloria a Dios.

Tenemos que entender que cuando nuestras vidas están al control de Jesús todo lo que nos pueda acontecer, él lo puede tornar en algo donde la obra de Dios sea manifestada, El sea glorificado y nosotros tengamos aprendizaje y crecimiento en el Señor.

No siempre recibiremos las contestaciones a nuestras oraciones tal como las esperamos. Eso no significa que Dios no esté obrando. De hecho, somos muy ignorantes a las maneras como Dios obra. Nuestra mente es finita. Por eso es importante confiar en él.

El apóstol Pablo decía: yo sé en quién he creído y es poderoso para guardar mi depósito.

Tu fe será tan fuerte como el objeto de tu fe, tu fe será tan fuerte como tu relación con Jesús y cuanto lo conozcas. Por eso es importante conocer la gracia y la verdad de Cristo.

Cuando esto sucede llegamos a un nivel de entendimiento espiritual en el cual podemos expresar: todo obra para bien para aquellos que aman a Dios, esto es a los que han sido llamados conforme a su propósito.

Creo que ese es un nivel espiritual alto, cuando en cualesquiera circunstancias puedo ver qué Dios puede producir un bien mayor. Ese bien mayor siempre traerá aprendizaje espiritual, si nos dejamos enseñar.

Cuando Job empezó a recibir todas las pruebas que Dios le permitió a Satanás, la biblia resalta algo hermoso en el 1:22. En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno.

Job conocía a Dios y entendía que algún propósito Dios tendría. Recuerda, Dios no es el Dios del azar, ni actúa por caprichos. El actúa por amor, con sabiduría y con propósito. A veces pecamos porque nos impacientamos ante distintas circunstancias. Pero la biblia dice: Más tenga la paciencia su obra completa. Hay aprendizaje para cada uno de nosotros en las circunstancias adversas. No todo lo aprenderemos por revelación, hay cosas que Dios nos enseñara en la escuela de lo adverso. Como dijo Pablo:

No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad.

Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

En la adversidad y en los momentos negativos hay una escuela de aprendizaje y por cierto toma tiempo aprender. Pero Dios quiere enseñarnos que:

  • Su obra puede manifestarse en los peores escenarios.
  • Que no todo es para muerte, sino para que Dios sea glorificado.
  • Que en todo debemos buscar el propósito de Dios.
  • Muchas veces el propósito de Dios será enseñarnos para nuestro crecimiento
  • Que Dios quiere llevarnos a un estado de contentamiento independientemente de nuestras circunstancias.

Finalmente, no olvides que la mayor obra que demuestra la gloria de Dios y la manifestación de está eres tú.

Y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.


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